no puedo creer que este hotel se atreva a decir que ofrece un servicio excepcional. La cafetería tiene un horario tan limitado que es casi cómico, y el olor a cañerías en las áreas comunes, ¡vaya experiencia! Esperaba alguna compensación especial, como un upgrade, pero parece que no soy tan importante. Casi dejo una buena reseña, pero simplemente no pude.

Las vistas desde la habitación son impresionantes, y

disfruté de la atención del personal, especialmente de la chica que nos ayudó con el check-in. Las opciones para celíacos en el desayuno fueron un gran detalle. Sin embargo, el café podría ser de mejor calidad.

La habitación estaba limpia, pero el mal olor era bastante desagradable.

vistas que roban el aliento

Desde mi habitación, cada mañana era un festival de colores, amaneceres impresionantes sobre la ría. La atención de Rosa, en recepción, fue como un abrazo cálido que hizo nuestra estancia aún mejor. Además, la habitación tenía un balcón encantador donde disfrutar de un café mientras escuchábamos el suave murmullo del mar.

Sin embargo, algunas áreas comunes podrían beneficiarse de una limpieza más rigurosa. Noté un ligero olor a cañerías que me sorprendió un poco, aunque no arruinó mi experiencia. La cafetería tenía un horario restringido que decepcionó a más de un huésped.

La habitación era amplia y cómoda, y me impresionaron las vistas al río Miño. Durante la cena, el personal fue amable y servicial, a pesar de que la cafetería estaba cerrada. Me ofrecieron varias opciones de comida, lo que hizo que mi estancia fuera bastante agradable.

La ubicación era un poco aislada, lo que puede sorprender si no se investiga bien. Además, la oferta del desayuno era limitada.

vistas espectaculares, buena insonorización, habitación cómoda

El olor a humedad es muy desagradable, y las áreas comunes definitivamente necesitan una mejora en la limpieza. se necesita un armario en las habitaciones, ya que las baldas no son suficientes. ¡La falta de atención a las quejas del servicio es frustrante!!!

La ubicación en plena naturaleza con vistas a la desembocadura del Miño es impresionante. Las habitaciones son amplias y decoradas con gusto, lo que las hace muy agradables. La limpieza fue excelente, y el personal mostró una amabilidad notable, especialmente al ofrecer alternativas de cena a pesar de que la cocina ya estaba cerrada. Sin embargo, la cafetería tenía un horario muy limitado y no hay parking propio, lo que puede ser un inconveniente. En general, un lugar a considerar, aunque con algunos detalles que mejorar.

Vistas y comodidad espectaculares

Las vistas desde nuestra habitación eran simplemente alucinantes, especialmente al atardecer. La cama era súper cómoda y el personal muy atento. Nos gustó también la comida en el bar, ¡el marisco estaba increíble! Aunque el WiFi a veces fallaba, la experiencia en general fue muy buena.

Vistas impresionantes desde a habitación, ideal para relaxar. Atención do persoal total encantadora, sentirémonos coma na casa. A comida marabillosa, sobre todo para quen gústase do marisco. Aínda que o baño era un pouco tirado, a estancia fixo que todo compensase.

las vistas desde la habitación eran espectaculares, sobre todo al ver la desembocadura del río miño en el atlántico. la limpieza y atención del personal destacaron, haciendo que mi descanso fuera aún mejor.

el desayuno podría tener más opciones.

Vistas espectaculares desde la habitación, especialmente al amanecer. Las escaleras de acceso son difíciles si llevas maletas grandes.

Las vistas desde la habitación eran increíbles (una verdadera postal), y la atención del personal fue un punto destacado durante nuestra estancia. La limpieza del lugar también llamó mi atención, todo estaba impoluto.

Todo fue increíble.

estancia agradable con vistas hermosas

Las vistas desde el balcón son impresionantes y hacen que la experiencia sea única. La habitación estaba impecable y la decoración era moderna y acogedora, lo que realmente mejoró nuestra estadía. Apreciamos la cortesía de las infusiones y el hervidor, un detalle que siempre se agradece al llegar.

Sin embargo, la niebla a veces limita la visibilidad.

Las habitaciones son cómodas y decoradas con gusto, lo que hace que el ambiente sea agradable. A pesar de algunos inconvenientes, la cama es bastante confortable y perfecta para reponer energías después de un día explorando.

El cuarto de baño es ridículamente pequeño y poco funcional, con una ducha que no funciona bien. Además, hay un olor extraño que viene de las tuberías, probablemente por la antigüedad del edificio. al principio es molesto, pero acaba desapareciendo. La ubicación es un poco aislada, lo que puede sorprender si no te informas bien. no hay opciones de cafetería en las proximidades. El desayuno ofrece poca variedad y calidad, no vale lo que pagas por la habitación.